- Área: 292 m²
- Año: 2007
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Fotografías:Robert Canfield
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Proveedores: Hunter Douglas, WOODGRASS
Descripción por los arquitectos. El nuevo edificio de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), se encuentra en un terreno baldío urbano que anteriormente albergaba un anexo postal de los Estados Unidos.
Este diseño con calificación LEED Gold, es el resultado de un proceso de diseño desafiante que buscaba integrar un edificio contemporáneo, de alto rendimiento, seguro y ambientalmente sensible en uno de los distritos históricos y cívicos más importantes de Denver. Un objetivo clave del programa fue asimilar las nuevas instalaciones dentro del tejido urbano de una manera que fortalece y mejora la calidad del vecindario histórico en el que se encuentra, estableciéndose al mismo tiempo, como un punto de referencia por derecho propio.
Como edificio federal, la estructura también tenía que cumplir con los estrictos requisitos del Departamento de Seguridad Nacional, lo que resulta en una instalación de Nivel 4.
El edificio utilizó una amplia variedad de materiales sostenibles que incluyen telas de maíz y tableros de trigo, baldosas de vidrio reciclado, alfombras de contenido reciclado, acero reciclado, pisos de corcho, paneles de bambú y puertas hechas con núcleos de cascos de arroz. En resumen, más del 89% de los materiales y productos de madera utilizados en el edificio están certificados de acuerdo con los Principios y Criterios del Forest Stewardship Council.
Además, se usaron materiales regionales, aquellos fabricados, producidos o cosechados dentro de 500 millas a la redonda del edificio, para más del 50% de los materiales fabricados en la estructura. Los residuos de la construcción también se redujeron, ya que el 80% del total de los residuos generados se recicló o se desvió de los vertederos locales.
La escasez de agua en Colorado lo convierte en un precioso recurso. Con la ayuda de expertos de la EPA, el equipo de diseño demostró a las autoridades locales la efectividad de los "ecoforos" como medio para eliminar los contaminantes del agua de lluvia y reducir la tasa y cantidad de escurrimiento de aguas pluviales. El resultado es el primer techo "verde" en Denver que se usa para manejar las aguas pluviales.
Poblado con especies de plantas nativas y tolerantes a la sequía, minimizando los requisitos de riego, el techo verde con 20.000 pies cuadrados cubre tres niveles de terraza y trata las aguas pluviales reduciendo el efecto de isla de calor urbano del edificio.
Las variaciones de un sistema de muro acristalado se diseñaron para las diferentes fachadas: las fachadas orientadas hacia el sol (sudeste y suroeste) se diseñaron con sombrillas exteriores horizontales y un sistema de estantes iluminados internos diseñados para reducir el resplandor y la ganancia solar. Las fachadas de barlovento (noreste y noroeste) tienen una serie de tonalidades verticales para reducir el resplandor del sol en verano y, al mismo tiempo, recoger la luz difusa del cielo claro del norte. El resultado: el 75% de las estaciones de trabajo reciben mucha luz natural.
Además de servir como una gran "sala", el atrio del edificio de la EPA también se desarrolló para mejorar los espacios de oficinas al proporcionar luz desde ambos lados. Sin embargo, debido a la profundidad y el aspecto del atrio, dirigir la luz hacia el atrio demostró ser un desafío de diseño único, un desafío que se vio agravado por restricciones presupuestarias y un apretado programa de construcción.
Al buscar una alternativa a los dispositivos reflectantes convencionales y generalmente más caros -como los espejos- y la necesidad de una solución que pudiera instalarse fácil y económicamente, el equipo de diseño de ZGF comenzó a estudiar cómo la luz podía dirigirse hacia el atrio de manera más efectiva. Se utilizó un modelo físico a gran escala en un Heliodon (un sol artificial) para examinar las posibilidades.
La última solución de diseño necesaria para hacer dos trabajos simultáneamente, pues refleja la luz hacia abajo del atrio y protege a los ocupantes de la oficina en los pisos superiores del resplandor directo del sol; el sistema reflector tendría que colgar debajo de la claraboya de cristal en lugar de pararse encima de él. La solución de diseño requería una forma parabólica (en el perfil de la sección) con el fin de redirigir la luz golpeándola desde varios ángulos en una dirección bastante uniforme hacia abajo. Los reflectores debían ser más profundos en sus esquinas exteriores inferiores debido a la geometría del atrio, lo que resultaba en una forma distinta de "mariposa" que se aplicaba a los reflectores.
